jueves, 29 de julio de 2010

Suave, lento, leve.

Rosa María Hernández Landeros


Noche serena,
tu grandiosidad me abruma,
una gota de rocío soy
perdida en tu espacio,
negro espacio que me come
que me absorbe,
silencio sepulcral
que me deprime
que me acerca
al infinito
que me aprieta el pecho
y no me deja respirar,
abro los ojos
al negro abismo
y no contemplo nada
todo lo negro entra en mi ser
y acongoja mi alma,
abro los brazos en cruz
me dejo caer
me lanzo al vacío
planeo y siento el aire,
fresco aire que me alienta
silencio total
a mi alrededor
voy flotando en el espacio
suave, suave,
lento, lento,
leve como pluma de ave
leve como suave brisa
anidando
en el viejo palmar.

3 comentarios:

Román Ahuí dijo...

Con ese final no es necesario ni detener la noche.

Vito dijo...

de pronto somos pàjaros cargados de noche como decìa un tal....

-ReD- dijo...

wooo.. de suave ritmo que lleva a la muerte. Me gustó mucho. Todo plagado de oscuridad pero tambien de serenidad