viernes, 23 de julio de 2010

Yo tengo esa angustia...

Se paraba como él sabía pararse, recargado de la pared, apoyando su peso en un pie, el otro; cruzado y tocando con la punta el suelo, formando un 4.
Con un brazo al ras de sus pezones, y el otro recargado de este, tocando con sus manos su barbilla.
Yo lo miraba desde aquí, donde la luz es precisa y coloca a mi sombra en su lugar, pero él, estaba parada entre adentro y afuera del balcón, como queriendo exhibirse pero apenas y se decidía, parecía encantado del paisaje lluvioso, lluvioso que algunos no se calman de tanta lágrima celeste.
El caso es que el no es nadie para nadie, yo no soy nadie para todos, esos todos no me convienen, yo no convengo a nadie, nadie es nadie si nadie le importan todos o algunos, algunos son quejumbrosos por no dar importancia, otros gozan de no tener importancia por nada, me siento tan acelerado en mis pensamientos razonables que pienso que estoy loco, no sé, no estábamos hablando de mi, sino de aquel que se para como él sabe pararse, todo angustiado.....


V. UGO

2 comentarios:

taller creativo faunaurbana dijo...

Vitos siempre mirando desde un lugar desconocido. Y para contemplar la contemplación de la lluvia, sólo ocurre en un día lluvioso...

alejandro hernández lópez

Vito dijo...

yo pienso que un bonito día con sol y nubes formadas, tendederos enropados, los perros ladrando, banquetas limpias, zapatos relucientes, los buenos días, las buenas tardes, las buenas noches, en fin, que todo esto nos alivia el orden, no andamos apresurados ni preocupados, pero un día lluvioso con cielo gris, perros refugiados, zapatos enlodados, tendederos desdichados,banquetas brillosas son para que la angustia nos diga que hemos sido reemplazados