Alejandro Morales Ríos
Tengo pesar sobre mi pecho
Tengo el alma desgarrada,
la pasión hecha girones y
una agonía que no acaba
Tengo la quietud de la noche y
de cómplice una luna desolada
Tengo frío, tengo miedo,
Tengo escaso el tiempo
Tengo el corazón oscuro, atormentado
Tengo sudor en la frente y en las manos
Tengo rabia y mis ojos se han cegado
Tengo sed de amar y la saciedad al filo de navaja
Nunca más este vacío
que a las sombras me ha llevado
Ya no siento frío, ya no siento miedo
Sé que al fin mi hora ha llegado
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2 comentarios:
después de todo tenemos un premio que ni gustamos tener o recibir, pero nos destina...
De pronto como que la muerte se antoja dulce y solucionadora.
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